jueves, septiembre 06, 2007

LA ROMAREDA CUMPLE MEDIO SIGLO DE FÚTBOL

Impulsado por Gómez Laguna, fue inaugurado el 8 de septiembre de 1957




PEDRO LUIS FERRER (ZARAGOZA)

En pleno debate político sobre la remodelación o construcción de un nuevo estadio en Zaragoza, La Romareda, inaugurada el 8 de septiembre de 1957, cumple este sábado 50 años. Medio siglo albergando los partidos del Real Zaragoza, las glorias y también las decepciones de un club que recibió un impulso sobresaliente con el traslado de Torrero a La Romareda. Pero también un periodo demasiado largo como para haber pasado de una instalación moderna a un campo vetusto y sin posibilidades. El cambio se impone, como en 1957.La construcción de La Romareda se debió, sobre todo, al empeño personal del entonces alcalde de Zaragoza, Luis Gómez Laguna, y también al de su sucesor, Cesáreo Alierta, en aquellas fechas presidente del Real Zaragoza. Torrero se había quedado viejo y pequeño, y la economía del Zaragoza se asfixiaba en un campo de sólo 20.000 espectadores. Había, como ahora, la necesidad de ir a una nueva instalación y Alierta, uno de los grandes presidentes de la historia del Zaragoza, ya esbozó el proyecto del nuevo campo, y hasta su ubicación, en una recordada asamblea de socios en 1954.El 9 de febrero de 1956, el Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza aprobaba la construcción del nuevo campo, y seis meses después se falló el concurso público a favor de la empresa Agromán, que llegó a emplear 350 obreros en los 15 meses de construcción. Las obras comenzaron el 19 de septiembre y el campo se entregó oficialmente el 15 de agosto de 1957, tres semanas antes de su inauguración oficial. A modo de anécdota, se emplearon en la construcción 200 toneladas de acero, 2.000 toneladas de cemento, 8.000 metros cúbicos de grava y se hicieron 20.000 viajes de camión.El presupuesto inicial de La Romareda era de casi 16 millones de pesetas, pero al final se disparó a los 21,5. El arquitecto fue Francisco Riestra y el aforo inicial, de 32.416 espectadores, de ellos 12.636 sentados. La localidad más cara costaba 1.050 pesetas y la más barata, la General de Pie, 200 pesetas.Como no podía ser de otra forma en esta ciudad, el nombre del nuevo campo suscitó una encendida polémica en la calle, hasta el punto de que algunas publicaciones, como Zaragoza Deportiva, organizaron un concurso para presentarle después los resultados al alcalde. Los más votados fueron Fernando El Católico, Palafox, Tío Jorge, César Augusto, San Valero, Goya, Agustina de Aragón o Los Sitios de Zaragoza, pero Gómez Laguna no tardó en zanjar la cuestión, argumentando que el nombre sería el de la partida y la acequia colindante donde se estaba construyendo el campo, La Romareda. "Porque lo quiso el alcalde me llaman La Romareda. En siendo campo de fútbol que me llamen como quieran", fue la jota que brotó inmediatamente. Eran otros tiempos y en Zaragoza surgía una jota cada vez que se producía un acontecimiento singular. Y el nuevo campo, de titularidad municipal, lo era, sin duda.También La Romareda se quedó pequeña y la primera remodelación se ejecutó en 1976. Los éxitos de los Zaraguayos obligaron al presidente José Ángel Zalba a promover una ampliación hasta los 43.524 espectadores. La reforma consistió en alzar las localidades de Gol hasta la altura de las Tribunas. La siguiente gran reforma fue inmediata, obligada por la celebración en España del Mundial 82, mientras que la tercera se produjo con ocasión de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. La última llegó en 1994, al transformarse todas las localidades de pie en sentadas, con una disminución de su aforo hasta las 34.500 plazas actuales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

SI no hay comentarios en una publicacion,es como si no tubiera audiencia un programa.