jueves, marzo 08, 2007

Los dilemas éticos de la robótica


FOTO:Podría ser una escultura, pero la verdad que se mueve (no no es un robot, es articulado) y está conformado por 920 piezas, de las cuales 101 de ellas van en cada mano. 85 de sus piezas son móviles, mide 43 cms y pesa 6 kilos. El Zoho Artform N0. 1 es el resultado del trabajo del artista y diseñador Mark Ho quien usó bronce y acero para construir este modelo.
Corea del Sur establece un código ético para evitar que la relación entre humanos y máquinas derive en conflicto


El Gobierno de Corea del Sur prepara la publicación de un código ético para prevenir los abusos de humanos a robots y viceversa, informa la página web de la BBC. La Carta de Ética para Robots recoge una serie de principios que afectarán tanto a los fabricantes de los ingenios como a los mismos usuarios y está previsto que despliegue sus efectos para finales de año. En su elaboración participa un equipo que incluye a científicos y escritores de novelas de ficción. La robótica es una de las claves del crecimiento económico del país asiático y las autoridades de Seúl invierten millones de euros anuales en investigaciones al respecto.
"El Gobierno establecerá una serie de principios éticos relativos al papel y a las funciones que desempeñan en la actualidad los robots, teniendo en cuenta que en el futuro irán adquiriendo tareas que impliquen una inteligencia mayor”, ha explicado el ministro de Comercio, Industria y Energía. Las palabras de este responsable se apoyan en un reciente informe oficial que vaticina que los robots, conforme su mecanismo sea más sofisticado, tendrán mayor protagonismo. Su presencia se multiplicará en la sociedad: en el año 2018 sustituirán a los cirujanos para operaciones rutinarias que no requieran una gran especialización, según este dossier.
Cuestiones éticas
Corea del Sur es una de las naciones más tecnificadas del planeta. Sus ciudadanos disfrutan de las conexiones a Internet más rápidas del mundo y tienen acceso, mucho antes que los países occidentales, a la tecnología móvil más puntera. En consecuencia, su Gobierno está muy comprometido con los avances en nuevas tecnologías. En este contexto, el ministro de Información y Comunicaciones ha predicho que todos los hogares coreanos tendrán un robot para que les facilite las tareas diarias antes de 2020.
Por ello la necesidad de adoptar una especie de tratado o carta fundacional que establezca los pilares de la nueva, y en principio duradera, relación entre robots y humanos. “Imagínense si la gente tratara a los androides como si fueran sus mujeres”, ha apuntado Park Hye-Young, uno de los especialistas implicados en la normativa. “Otros podrían convertir el trato con la máquina en una adicción, parecida a la que provoca el uso excesivo de Internet”.
Las pautas que prepara Corea del Sur se inspiran en las tres leyes de la robótica formuladas por el célebre escritor Isaac Asimov en su relato Runaround, de 1942:
1) Un robot no debe de agredir a un humano ni, con su inacción, permitir que un humano sufra algún daño
2) Un robot debe obeceder las órdenes dadas por los seres humanos salvo si dicho mandato entra en conflicto con la primera de las leyes arriba formulada.
3) Un robot debe proteger su propia existencia siempre y cuando no entre en conflicto con la primera y la segunda de estas leyes.
Traducidos al mundo real dichos principios supondrán el establecimiento de una serie de garantías para que el uso que hacen los humanos de los robots no termine siendo abusivo, con especial énfasis en la protección de los datos adquiridos por un robot para prevenir su uso ilegal.
La importancia de los robots también ha sido tomada en consideración por otros países mucho menos tecnificados. Un estudio del Gobierno británico publicado en 2006 vaticinó que en los próximos 50 años los robots demandarían los mismos derechos que actualmente ostentan los humanos. El Centro de Investigación Europeo de Robótica también prepara un código de pautas y conductas respecto al uso de robots. Esta hoja de ruta ética ha sido promovida por investigadores que creen que los robots rápidamente se introducirán en disciplinas hasta ahora desconocidas para ellos como la física nuclear y la bioingeniería.
Uno de los principios de este código es rotundo en su formulación: "En el siglo XXI los humanos tendrán que convivir con la primera inteligencia artificial extraterrestre en la historia de la humanidad: los robots. Será un encuentro que provocará problemas de tipo ético, social y económico”.

ELPAIS.com

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